
09 Jun La nueva web 3.0
La web 3.0 es una extensión del WWW que, a través de agentes software permiten encontrar, compartir e integrar la información más rápidamente. Otro aspecto relacionado con la web 3.0 es la transformación de la web en una base de datos, donde se llegaría a una situación en la que cada usuario tendría un perfil único en Internet basado en el historial de sus búsquedas.
La web 3.0, está relacionada con la inteligencia artificial. Los sitios web incluso tendrían la capacidad de conectarse entre sí de acuerdo con los intereses del usuario.
Esto significa que, si dos personas diferentes han hecho una búsqueda por Internet con las mismas palabras y con el mismo servicio, recibirán distintos resultados determinados por sus perfiles personales. La Web 3.0 y sus servicios se fundamentan, en gran parte, en la Web Semántica.
La aparición de esta nueva etapa web es la necesidad de un Internet más “inteligente” en el que los usuarios puedan hacer búsquedas más cercanas al leguaje natural, la información que arroje la búsqueda será más relevante gracias a las reglas asociadas al significado del contenido web.
Ejemplos de Web 3.0
Al encontrarnos en un momento en el que la Web 3.0 es solo un conjunto de ideas y “buenas intenciones”, es difícil poner ejemplos que muestren lo que esta nueva versión de Internet significa, más allá de la definición y las características que hemos dado más arriba.
Lo que nos hace pensar que sí que tendrá cabida en el futuro es la necesidad que encontramos actualmente de una versión de Internet más inteligente, donde las búsquedas de los usuarios sean más relevantes según cada caso, y donde se hagan con un lenguaje más cercano al natural.
La clave de todo esto es que las grandes empresas y los usuarios acepten el cambio y adopten esta nueva versión, además de convencerles de la importancia de la privacidad en este momento.
Recordemos la evolución de Internet
La primera versión de la web se remonta a los años noventa para ofrecer la democratización de la información. En esos momentos, los grandes portales producían la información que los usuarios consumían en un sentido unidireccional.
La web 1.0 fue una red descentralizada de computadoras (ordenadores), vinculadas a través de un protocolo específico. Ingresar al sitio web de un diario sería un ejemplo del funcionamiento típico de la web 1.0: la información se encuentra en una computadora y los usuarios, a través de otro equipo, acceden a una copia de la misma para leerla de forma local.
La web 2.0 se vincula a los servicios que permiten compartir datos e interactuar con gran facilidad. Las redes sociales y las plataformas de colaboración constituyen la base de esta evolución de Internet.
La web 3.0, en definitiva, está relacionada con la inteligencia artificial. Los sitios web incluso tendrían la capacidad de conectarse entre sí de acuerdo con los intereses del usuario.
Por esta razón, una de las barreras que la web 3.0 intenta derribar es la necesidad de operadores humanos para evaluar y administrar el contenido en Internet. Esto no es nuevo, ya que varias compañías, entre las que destaca Google por la popularidad de sus productos, llevan años investigando y desarrollando tecnologías de inteligencia artificial para volver la navegación cada vez más fluida y enriquecedora.
Sin duda, la web 3.0 es una realidad que poco a poco irá penetrando en nuestros hogares y actividades cotidianas, agilizando el trabajo y la vida diaria.
Por lo tanto el Nuevo Internet proporcionará una experiencia de navegación más personal y hecha a medida, un asistente de búsqueda más inteligente y humano, y otros beneficios descentralizados que se esperan ayudarán a establecer una web más equitativa.