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LA IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN DE DATOS PARA LAS EMPRESAS
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PROTECCIÓN DE DATOS

LA IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN DE DATOS PARA LAS EMPRESAS

La protección de datos y la seguridad de la información que circula en el entorno digital ha cobrado una especial importancia en los últimos años. Acontecimientos como la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos de la UE (RGPD) y la nueva LOPDGDD, acompañados del uso masivo de las redes sociales, la aparición de nuevas tecnologías, los crecientes casos de ciberdelincuencia y las reclamaciones de usuarios, han hecho que se ponga foco sobre el asunto.

Los datos son un activo imprescindible para la innovación y el desarrollo a nivel empresarial, por tanto, su protección debe ser un compromiso de la empresa con sus usuarios y clientes, y con la garantía de sus derechos. Una empresa que no proteja sus datos se expone a riesgos operacionales, económicos, así como a riesgos reputacionales, pudiendo tener consecuencias e impactos que pueden ocasionar el cese de actividades y la quiebra de la empresa. Según el informe anual de Accenture, que analiza los costes de los ciberdelitos, el coste medio anual al que se expone una empresa por los incidentes relacionados con la ciberseguridad podría ascender a 18 millones de dólares este año.

Dicho esto, repasemos algunos de los motivos más importantes por los que las empresas deben cumplir con la normativa actual de protección de datos personales y seguridad de la información:

Mayor eficiencia e impulso del uso de los datos: la correcta implantación de la normativa de protección de datos y seguridad de la información permitirá que la empresa pueda utilizar los datos con mayor inteligencia aplicada y eficiencia. Los datos son y serán en los próximos tiempos un activo crucial y determinante para la viabilidad y años de vida de una empresa. Entender mejor al cliente, recopilar datos significativos, crear estructuras técnicas y organizativas adecuadas que permitan analizar, extraer y usar dichos datos, va a permitir a la empresa tomar decisiones más acertadas, lo que se traduce en una mayor eficiencia y mayores beneficios.

Credibilidad frente a los clientes: las autoridades de consumo indican que la confianza en la red y el mercado depende en gran medida de la percepción y seriedad que tengan los consumidores y clientes respecto la organización y gestión de la empresa sobre sus datos. Si la empresa cumple rigurosamente con la Ley, tomando acciones como la definición de una correcta política de privacidad en la página web, el aviso legal, o las cookies, generará una imagen de seriedad y profesionalidad que ayudará a que los clientes o potenciales clientes tengan mucha más confianza en entregarle sus datos personales.

Seguridad: protegiendo los datos de clientes, empleados y proveedores implica que por extensión se protejan las transacciones de la empresa. Ciertamente el “riesgo cero” no existe, no obstante, ser conocedor de las exigencias legales e implementándolas, va a reducir en gran medida la probabilidad de sufrir algún ataque o filtración de información.

Evitar sanciones: hacer un mal uso del tratamiento de los datos puede conllevar a importantes sanciones, que en caso de ser graves pueden afectar de manera muy importante a la empresa. El cumplir con la normativa de protección de datos y seguridad de la información evitará que la empresa sufra estas sanciones, que en los casos más graves pueden llegar a multas de hasta 20 millones de euros o el 4% del volumen de negocio global anual del ejercicio financiero anterior de la compañía infractora.

 Entonces, ¿cómo podemos proteger los datos en las empresas?

Los principios básicos que deben ser aplicados para la protección de datos a nivel empresarial aplican a todo tipo de compañías, ya sea una startup, una pyme o una gran empresa, estos son los más relevantes:

  • Es imprescindible conocer qué tipo de información se trata, refiriéndonos con el término “tratar” a acciones tales como recoger, procesar, almacenar, transmitir y destruir.
  • Se debe valorar la información y clasificarla (confidencial o pública), ya que no se puede proteger adecuadamente lo que no se sabe que es importante y el daño que nos provocaría su pérdida. En empresas pequeñas puede que no se clasifique formalmente la información, no obstante, sí se debe saber que se puede exponer y que no.
  • Es necesario designar responsables de esa protección en las empresas, de lo contrario será inevitable incurrir en el “alguien lo hará”.
  • Se deben identificar las potenciales amenazas que se pueden materializar de forma directa o indirecta sobre la información a través de los sistemas informáticos que la tratan.
  • Valorar el cómo de probable es que se produzcan las filtraciones y/o ataques y qué impacto tendría sobre el negocio. Con estas predicciones se deberán elaborar planes de ciberseguridad que permitan minimizar cualquier tipo de ciberataques a través de medidas preventivas, y en caso de que la empresa pudiese sufrirlos tomar medidas correctivas que solventen la amenaza con la menor cantidad de consecuencias.

 

En conclusión, proteger los datos repercutirá positivamente en el crecimiento y posicionamiento estratégico de las compañías, permitiéndoles apostar por un modelo empresarial ético y de salvaguarda de derechos fundamentales. Invertir en protección de datos y en valoración de los riesgos y seguridad es invertir en el futuro de nuestras empresas.